jueves, 15 de abril de 2010

De las despedidas y otras miserias

Has sido capaz de reprimirte, y hasta de estar serena mientras recogías la mitad de tu vida y la encerrabas en una maleta. No te has permitido pararte a pensar y reeencontrarte con recuerdos que pudieran atravesar las paredes de tu burbuja inflexible.

Mientras cerrabas tu equipaje con candado, te ha parecido que te estabas blindando, aprisionando tu memoria en un cofre de siete cerrojos. Pero ni siquiera entonces se te ha escapado una mísera lágrima furtiva.

A ti no te cansa correr, ni volar, ni huir. A ti lo que te cansa es vivir; lo encuentras todo demasiado complicado. Tienes razón: todo es demasiado duro y sucio, demasiado feo y gris para una rosa de cristal, de ésas que sólo se deshojan en madrugadas de ventisca, en una náusea de sinceridad cómplice, vomitando lamentos a borbotones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Licencia de Creative Commons
Bruma púrpura by María Sanz is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Spain License