Sin demasiadas ganas
se te escurre la sonrisa
por la cara
y me exhalas
tu aliento
en la mirada
sabiéndote despierto
de madrugada
una nube de vaho
en la ventana
sin saber dónde irá
el viento
mañana
una mano descarada
que apuñala:
ovejas descarriadas.
Complicada
tu sombra me parece
complicada
viendo la furia
con que te encaramas
a las cimas más profundas
de la nada.
Y por no padecer
ni siento
y por soñar
por soñar que no quede
y pídele al sol
que te lleve
allí donde su rayo muere:
detrás de los andenes.
Nunca nos enseñan
Hace 8 años
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